martes, 10 de noviembre de 2009

Un motivo de nuestra infancia



¡Muchachos...!

A la quinta Recaeta,

cada cual con su cometa.

Ay, que la mía no sube.

Ay, que sube

Sube, sube, mi cometa

y no el viento

sino mi corazón

le presta el movimiento.


¡Muchachos...!

Ya no hay quinta Recaeta.

Y sin embargo... Cada uno

de nosotros, tenemos una cometa.


Más allá de los rascacielos

por arriba de los palacios

está el viento.

¡Amigos! ¡El viento...!

Yo tengo veinte cometas.

Subid vosotros las vuestras.

¡Arriba! ¡Al viento!


Tenso el hilo

y un nudo de amor en el corazón,

para pulsar el viento.

¡Amigos! ¡El viento...!