Falco y sus lectores, una relación que merece ser pensada.
¿Quiénes leemos sus poemas?
¿Tenemos algo en común, cómo nos distribuimos por sexo, edad, raza, religión, barrios, etc.?
¿Cuántos somos?
¿Formamos una generación?
Por generación entiendo un sistema de creencias y afinidades, que incluye y excluye gente y rompe cronologías.
En ese sentido seremos siempre una generación en construcción.
Habrá personas siempre dispuestas a exponerse
a la temática falquiana: la ciudad, los amigos, el amor, la pobreza, las luchas, la soledad y la muerte.
En los poemas se da un arraigo apremiante entre el hombre y el paisaje que lo rodea, entre el hombre y el poeta, entre el hombre y su propia vida y su propia muerte.
Falco es habitante de un mundo al que el lector accede directamente, no mediando nada, sin dilaciones ni metáforas, se presenta un verso sencillo, desnudo e inmediato.
Y este vínculo entrañable, próximo, delimita un mundo del que no queremos irnos, y al que otros quieren entrar.
Leer la poesía de Falco es estar dispuestos a que nos abrace, nos diga un secreto, nos acaricie amistosamente la cabeza.
Una relación difícil de olvidar: un ángel entre nosotros, acá “en la madre cruel”.
Velando por los desvelados, los que nos tomamos siempre una a su salud: MAESTRO
El otro día encontré en Guadalupe (un lindo pueblo de Extremadura) una golondrina en un alero, síntoma inequívoco de la primavera. Ahora esta hoja en el suelo apunta que allá se viene el duro otoño...
Sea como sea, me encantó la foto. "Calma, todo está en calma..."
"Golondrinas de un solo verano con ansias constantes de cielos lejanos. Alma criolla, errante y viajera, querer detenerla es una quimera... Golondrinas con fiebre en las alas peregrinas borrachas de emoción... Siempre sueña con otros caminos la brújula loca de tu corazón..."
Alfredo Le Pera escribió este tango que musicalizó y canta maravillosamente Gardel, si no fuera porque lo creó en 1934, diría que lo hizo pensando en vos. Es una bella forma de definirte. Aquí estamos viviendo un hermoso otoño, es una estación que me gusta mucho, le sienta muy bien al sentir falquiano.
Iván,acabo de encontrar tu blog hace instantes y ha sido muy emocionante,gracias por crear este espacio en honor del Maestro! Espero que no hayas abandonado este blog definitivamente,es un rincón especial de la blogósfera! Un abrazo!
4 comentarios:
El otro día encontré en Guadalupe (un lindo pueblo de Extremadura) una golondrina en un alero, síntoma inequívoco de la primavera. Ahora esta hoja en el suelo apunta que allá se viene el duro otoño...
Sea como sea, me encantó la foto. "Calma, todo está en calma..."
Beso grande
"Golondrinas de un solo verano
con ansias constantes de cielos lejanos.
Alma criolla, errante y viajera,
querer detenerla es una quimera...
Golondrinas con fiebre en las alas
peregrinas borrachas de emoción...
Siempre sueña con otros caminos
la brújula loca de tu corazón..."
Alfredo Le Pera escribió este tango que musicalizó y canta maravillosamente Gardel, si no fuera porque lo creó en 1934, diría que lo hizo pensando en vos. Es una bella forma de definirte.
Aquí estamos viviendo un hermoso otoño, es una estación que me gusta mucho, le sienta muy bien al sentir falquiano.
Iván, qué linda foto... Captura perfectamente el aire invernal de la ciudad por estas fechas...
Iván,acabo de encontrar tu blog hace instantes y ha sido muy emocionante,gracias por crear este espacio en honor del Maestro!
Espero que no hayas abandonado este blog definitivamente,es un rincón especial de la blogósfera!
Un abrazo!
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